Sobre este blog

En casos extremos algunas almas se pierden durante un tiempo en un estado de coma o estado vegetativo, mundo fascinante y desconocido que me gustaría poder dar a conocer aquí. A través de una historia real, llena de esperanza, y de un libro.
Algunas personas consiguen despertar del coma, otras no. Pero me consta que, independientemente del desenlace, utilizando
el "coma work" que describe el libro, al menos se las puede ir a buscar y llegar a comunicarse con ellas.

martes, 29 de marzo de 2011

Historia 11: El experto vino y se fue. ¿Y ahora qué?

Fue una intensisima semana, en la que yo presencié en directo y de cerca el trabajo de un experto en coma con Mirian y también sus claras reacciones a los diversos estímulos sensoriales. Tanto fue así, que yo me quedé algo “tocada” y mi cuerpo sufrió en sus carnes las consecuencias de tanta emoción, desajustándose y dándome un buen susto. Susto que a su vez me permitió un tiempo de toma de distancia, descanso y reflexión, que sin duda necesitaba. ¡Qué sabios son nuestros cuerpos, cuánto tienen que decirnos y qué poco les escuchamos! 
  
A mí no se me iba de la cabeza la conclusión de que sería bueno para Mirian, o al menos más beneficioso que perjudicial, que alguien siguiera trabajando con ella de manera continuada. Pero a la vez era un hecho evidente que no había nadie cerca con disponibilidad y formación adecuada para hacerlo.  Por si fuera poco, la madre acababa de llegar de Bolivia, iba a sufrir un gran choque y necesitaría un tiempo de integración. La hermana se iba en breve tras agotarse su VISA y seguramente para no volver. Sí teníamos, al menos, el apoyo a distancia de JC. Sin meterme demasiada presión, se las arregló para transmitirme que igual yo sería capaz de hacerlo, pues había recibido un curso privado e intensivo y hasta que parecía tener ciertas facultades naturales para ello. Y yo, que hacía algún tiempo estaba empezando a sentirme cansada de la situación y algo atrapada por ella, en lugar de empezar a salirme, como pretendía, en realidad me estaba metiendo cada vez más dentro...

Vamos, que no solo no se veía el final, sino que cualquiera de los posibles desenlaces prometía ser, cuando menos, bastante complicado de vivir.  Claro que intenso, seguro que también... Y así empecé a sentir una curiosa mezcla de confusión, duda, incredulidad, miedo, responsabilidad, curiosidad y emoción ante lo que tenia enfrente y el tremendo lió en el que había vuelto a meterme. Mi gran especialidad: meterme en líos.

Estando yo en esas divagaciones, me llegó un mensaje de JC ya de vuelta en Londres. Había hablado con Amy Mindell, quien estaba muy contenta de mi interés en su libro pero nada convencida de la idea de ponerlo on-line en internet. Según ella, eso era perjudicial para el mundo editorial e ir en esa dirección provocaría que cada vez fuera mas difícil conseguir que los editores les publicaran libros, algo ya de por sí complicado teniendo en cuenta que el tema no es considerado de interés general sino bastante minoritario.  Estaba encantada con la idea de la traducción al castellano, pero con un libro tradicional y a través de un editor. JC me dijo que el hablaría con sus contactos en Latino América a ver si podían encontrar algún editor que quisiera lanzar ese proyecto.

miércoles, 23 de marzo de 2011

Insultos y educación

Hoy hago un nuevo paréntesis. Estos tiempos están muy revueltos y la atención del mundo entre la Libia de Gadafi y el Japón de los japoneses, quienes por cierto están dando ejemplo de saber estar, calma y civismo ante las dificultades. Tampoco hablaré de energía nuclear ni de guerras, ya hay debate suficiente en la calle y en la prensa. Hoy la cosa va de insultos, de niños y de educación. Y es que quizá sea la educación una de las pocas herramientas disponibles para evitar que las almas de nuestros niños – los adultos del futuro - se pierdan.

El otro día recuperé a mis dos hijos del colegio muy alterados por un insulto dirigido a uno de ellos durante el recreo. El insulto en cuestión fue “sale-pauvre-enfant adopté” (en cristiano algo así como “sucio-pobre-niño adoptado”). Sé muy bien que mi hijo no es un angelito, pero aun no he logrado entender lo ocurrido entre ellos para que un niño de tan solo 8 años dijera algo así. En todo caso sí me consta que nada especialmente grave.

Todo esto me lo fueron contando ellos mismos en el trayecto en coche del cole a casa, mientras yo conducía. Por un lado esa circunstancia me impidió abrazarles y consolarles, como me pedía el cuerpo, pero por otro quizá fuera una valiosísima ayuda. La imperiosa necesidad de concentración y atención de todo conductor responsable, obligaron a esa leona que toda madre lleva dentro a calmarse antes de morder, a lamerse sus heridas y las de sus cachorros, y a tratar de quitarle hierro al asunto.

La media hora de trayecto en coche fue movidita. Primero, llegaron las lágrimas. Luego, las palabras: “mamá, eso que me ha dicho me ha hecho mucho daño, me batía muy deprisa el corazón, era como si me hubiera dado un puñetazo”. A continuación,  la venganza: “ya le perdoné que me dijera eso otra vez, pero ya no pienso perdonarle nunca más”  “ah! y no pienso ir a su cumpleaños”.  
Y para terminar el verdadero dolor “es que yo echo mucho de menos a mi otra familia” – “y no sé donde están y porqué yo no puedo estar con ellos”.

jueves, 17 de marzo de 2011

Falsas esperanzas

¿Se deben tener y/o dar falsas esperanzas? ¿En qué momento exactamente se debe tachar de "falsa" a una esperanza? 


Es un tema importante y complicado, que yo he tenido siempre muy presente, que me ha proporcionado más de un quebradero de cabeza y que ahora se me hace necesario abordar. Sobre todo pensando  en  los familiares y amigos de una persona en coma, que viven una experiencia devastadora durante un espacio de tiempo prolongado.

Primero dejar claro una cosa: el “coma work” que yo introduzco aquí, que he visto a un experto practicar con Mirian y que he llegado a practicar yo misma, ni es ni pretende ser una receta infalible para conseguir que los pacientes en coma se despierten.  Si bien es cierto que Mirian se ha despertado tras un año en estado de coma, contra pronóstico, en realidad nadie sabe - ni sabrá nunca – hasta qué punto han influido las técnicas explicadas en el libro y el trabajo realizado con ella en ese sentido. Puede que su despertar se deba más bien a los excelentes cuidados médicos, a la constante presencia y cariño de la familia y amigos,  a  la suerte,  a las oraciones constantes de algunos fervientes creyentes que la rodean, a Mirian misma que tras vivir lo le tocaba decidió, pudo y supo volver,  al destino o  a algún Dios que hay por ahí, si es que lo hay. Seguramente, haya sido una mezcla de todo ello, en mayor o menor proporción. 
En realidad la razón no importa, y lo mejor es que cada uno que se quede con la parte que prefiera o se sienta más cómodo. Yo personalmente no creo tener ningún mérito particular en ello, y ya he dejado de preguntarme los verdaderos motivos por los que Mirian se ha despertado. Tan solo me siento satisfecha y agradecida por la experiencia que la vida me ha ofrecido a través suyo, independientemente del desenlace. Cierto es que ese desenlace me ha dado las alas para atreverme a contar esto públicamente, a pesar de la exposición y el riesgo personal que eso conlleva.

sábado, 12 de marzo de 2011

Historia 10: Segunda visita del experto

Había quedado con él para ir a ver a Mirian por última vez antes de su regreso a Londres. Su casa está muy cerca de la mía, y durante toda esa semana nos fuimos encontrando a diario, y sin querer, por todas partes: en la tienda comprando, en la calle caminando, en la carretera conduciendo…  Ese día fuimos en dos coches, y antes de salir de casa me dejó prestados unos cuantos libros de Arnold Mindell , que esta vez no hablaban sobre el coma sino sobre las grandes líneas de la psicología orientada a procesos. Madrugamos para evitar el tráfico y ganar tiempo, y por ello el viaje fue mucho más rápido que la última vez.

Cuando llegamos al hospital Mirian estaba sola, con un aspecto tranquilo y relajado.Y no había ruido. La atmósfera de la habitación era diferente, me atrevo a decir que mucho más acogedora que la de la visita anterior.  JC se puso a trabajar con ella enseguida. Describir con palabras el cómo me resulta difícil, si puedo decir que lo hacía basándose en los cinco sentidos, sobre todo sonido y tacto. Iba probando pequeños y diversos estímulos en distintas partes del cuerpo de Mirian, y reconociendo y amplificando cualquier tipo de respuesta que de ella recibía. Sus respuestas eran sutiles, pero claras y diversas: cambios de ritmo en su respiración, suspiros, ligeros movimientos en los labios y los ojos… Se podía sentir que ella estaba ahí,  de alguna manera presente. Yo miraba, escuchaba y traducía a la vez, fascinada.

domingo, 6 de marzo de 2011

Primer cumpleaños

El miércoles  pasado, 2 de marzo, fue el cumpleaños de Mirian. El segundo que pasa en un hospital y el primero que pasa consciente tras despertarse del coma. Yo solo fui a verla el viernes, a mí ese día me venía mejor y además prefería que la celebración fuera íntima, en familia. Al fin y al cabo yo, por mucho que lo intente, no logro dejar de ser una extraña para ellos.


Al llegar me la encontré sentada, contenta y con buena cara. Hasta sonriente. Había una guirnalda de cumpleaños colgada en la pared de su habitación y algunas flores. Estaban allí su madre, su hermana y una amiga suya boliviana que yo ya había visto alguna vez en el hospital. Me indicaron que debía ponerme bata, guantes y máscara, pues Mirian llevaba unos días con diarrea (algo que le sucede de manera recurrente). Justo entonces entraba la ergoterapeuta a hacer su sesión, y yo me quedé fuera sin ponerme la bata. Ya nos conocemos de otras veces, es muy amable, y le pregunté sobre los progresos de Mirian. Me dijo que precisamente en esa sesión iban a trabajar– por segunda vez - con un ordenador. Mirian ya conseguía teclear todas las letras bastante bien. Le pregunté que si después de su sesión podríamos llevarla fuera un rato en la silla, pues ese día hacia un sol espléndido. Me dijo que eso habría que preguntárselo mejor a  los médicos, pues al haberla puesto en cuarentena por el tema de la descomposición era posible que no nos dejaran sacarla. Incluso fue a preguntar ella misma, pero no encontró a nadie.

viernes, 4 de marzo de 2011

Historia 9: primera visita del psicólogo experto en coma

Algún día entre finales de abril y principios de mayo del 2010. Mirian ya recuperada de su cirugía e instalada en el nuevo centro. Su hermana aun en Ginebra, pero ya sin su marido y con una VISA cada día más cerca de su fecha de vencimiento. Y yo dedicándome a terminar el resumen traducido del libro y a esperar noticias de Jean-Claude.  

Cuando ya parecía que no iba a ocurrir nunca, JC me contactó para anunciarme que llegaría a Ginebra en breve, y que aunque estaría solo una semana sacaría tiempo para nosotros. Al mismo tiempo supe que los franceses, desde Bolivia y por vía diplomática, habían concedido una VISA con  permiso de residencia a la madre de Mirian, que estaba ya preparando su viaje y llegaría a Ginebra - vía París - en los próximos días.

Yo le propuse a JC que viniera a mi casa la primera mañana que él tuviera libre para tomar un café, charlar con calma y luego ir juntos a ver a Mirian. Y así fue.  Enseguida congeniamos. Yo le conté cosas de mí, y él me explicó algunas cosas de su trabajo, mostrándome de paso cuánto le apasiona. Aprendí que si bien el coma era un asunto que a él le interesaba y le llegaba personalmente (había tenido un caso muy cercano en su familia) en realidad detrás había mucho más que eso. Junto con su mujer y con Arny y Amy Mindell, fundaron hace algunos años una asociación internacional de practicantes de psicología orientada a procesos (IAPOP). Y desde entonces se dedican a escribir libros y a dar seminarios y cursos por todo el mundo. La misma teoría que se aplica para el trabajo con pacientes en coma, la usan para la resolución de conflictos a todos los niveles. De eso es de lo que viven realmente,  y no del coma, que es más una pasión que un trabajo. Si bien están consiguiendo que el “coma work” llegue ya a algunos hospitales, sobre todo en Inglaterra y EE.UU., y que bastante gente se esté formando con ellos como “coma worker”, aun no les resulta nada fácil conseguir ser aceptados en el mundo médico tradicional. La razón principal es que no hay suficientes datos con rigor científico, lo cual es cierto, como lo es también que ni es fácil conseguir esos datos ni los hospitales les dan facilidades para hacerlo.