Ayer viernes
volví a ver a Mirian, y a su madre. Y desde la última vez
ha habido algunos cambios, tan inesperados como positivos.
Antes de empezar diré
que el jueves por la noche yo llegué bastante tarde a casa. Acudí a mi primera reunión
con Noesis, un grupo de personas que se reúne una vez al mes, en Ginebra, para
compartir experiencias. En la mayoría de los casos son experiencias relacionadas
de alguna forma con la muerte. Yo les conocí
a través de un libro llamado
"Estados alterados de Consciencia", que un buen dia vi y me compré, sin más, deambulando por FNAC. Al leerlo y saber que sus autores viven en Ginebra, y que han
formado este grupo que me pillaba tan cerca, me fui por allí a meter mi curiosa
nariz. La reunión fue muy interesante y duró más de 3 horas. No voy a contar
nada de lo que se contó allí, sencillamente porque pertenece a la intimidad de
la gente. Si diré que había unas 25 personas de toda edad, sexo y condición. Gente de lo más normal, contando cosas increíbles
que en algunos casos habían callado durante años y no habían compartido ni con
su entorno habitual más cercano. Me impresionó
mucho de lo que allí se dijo, y también la calidad de la escucha. Allí hablaba
el que quería y cuando quería, sin moderador, y todo el mucho escuchaba al que hablaba con auténtica atención. ¡Ojalá en las miles de reuniones de trabajo que se
hacen a diario en todo el mundo se escuchara con una calidad en la atención la
cuarta parte de buena que la que allí existía!!